El porro que salvó al mundo
Eran las 5 de la tarde, brisa ligera y se escucha a lo lejos la música de lo que parece ser un sonidero improvisado, se alcanza a distinguir “Llévame de Lizandro Meza” y a la gente disfrutar, bailar, sentir el cuerpo pegado al otro. Con cada paso que das, la música se escucha más fuerte, y tus pies sienten una prisa por bailar. Esto es ser libre, esto es vivir, o no vivir? Muchos dirán que vivir, es sentir la vida misma, y la vida misma para muchos no incluiría drogas, pero para otros sí, para ellos sí.
Y es que después de 3 meses encerrados por un virus que golpeó al mundo de una manera inesperada, bailar y sentir al máximo es lo mejor por hacer, sin embargo, lo que muchos no sabían, es que en esta fiesta que parece carnaval, es donde siempre se encontró la cura a este gran problema, a esta gran crisis. Sí, eso que todos pasan y comparten, eso que te hace viajar y salir de lo cotidiano (o eso dicen ellos) la solución siempre estuvo, siempre estuvo bailando.